Por: Sara Espitia Alonso

A propósito del día internacional de la Tierra, este 22 de abril, hace algunos días en el humedal El Curíbano, comuna 10 de la ciudad de Neiva, tuvo lugar una actividad llamada Canto al Agua. En el marco de dicha actividad, mientras llenábamos una caja de madera con desechos orgánicos para hacer composta, sentí que había llegado a Sion (Matrix 1999). Esta encuentro fue producto de la unión entre diferentes colectivas de la ciudad, como Eco Solarium, Siembratón, Las Jacarandas y artistas y activistas como Taty Viviana Uribe, artista y tatuadora; y la activista María Antología, como se hace llamar en sus redes.

El propósito central del encuentro fue sensibilizar a la comunidad acerca de la importancia de la preservación, conservación y protección del agua. Al respecto se llevaron a cabo diversas actividades: elaboramos una paca comunitaria digestora de residuos orgánicos, compartimos frutos de la tierra, intercambiamos semillas, sentimos el pasto, el agua, el polvo y las piedras, dibujamos el agua, cantamos al borde del humedal en el tono de los grillos y de las chicharras y de las ranas; nos conectamos con nuestro canto animal: una frecuencia como oda, agradecimiento y ofrenda.

Canto al agua, actividad desarrollada en el humedal El Curíbano, en Neiva.

¿Recuerdan la película “Matrix”? Se estrenó en el año 1999, escrita y dirigida por las hermanas Wachowski. Tal vez sea más sencillo recordar la película mencionando a Keanu Reeves, quien interpretó a “Thomas Anderson”, también conocido como “Neo” en el film.

En el año 1999, Neo trabaja como programador en la corporación Metcortex, durante el día, y durante las noches trabaja como hacker. En una jornada nocturna, Neo recibe un extraño mensaje que irrumpe en su computadora, como si otro hacker lo estuviera vigilando, alguien que quiere contactarse con él. Es “Morfeo”, quien está catalogado como “terrorista de alto nivel”, según un artículo que Neo encuentra en internet. Cuando decide reunirse con él, y escucharlo, Morfeo trata de explicarle que todo lo que asume como realidad se trata de una simulación. «Realmente estás en el año 2199», le dice; que los seres humanos que les antecedieron perdieron el control de la inteligencia artificial, que las máquinas quisieron tomar el poder y que se desató una guerra.

«[…] no se sabe quién atacó primero, si nosotros o ellos, pero sí sabemos que nosotros arrasamos el cielo»: Morfeo.

La destrucción del sol implicó múltiples cambios negativos para la tierra: ya no era posible cosechar, el agua se estaba congelando y los animales morían. Sin embargo, las máquinas encontraron la manera de subsistir aun sin sol. Su solución fue la de cosechar humanos en incubadoras para que sus cuerpos (vivos gracias a una especie de suero) abastecieran de energía a la inteligencia artificial.

Neo había nacido y vivido toda su vida en una incubadora mecánica; el mundo que había considerado suyo, su experiencia académica, su empleo, su habitación, su cama, su desayuno… todo hacía parte de una simulación diseñada por la inteligencia artificial para mantenerlo a él y a toda la humanidad vivos, con el único propósito de proveer la energía suficiente para las máquinas.

Aún no estamos adentro de la Matrix, pensé mientras observaba la composta orgánica que ya casi llegaba a su punto; sin embargo, aunque aún no lo advirtamos, actualmente estamos paradas frente a su puerta. Remilty, por ejemplo, es una empresa estadounidense que ofrece transacciones internacionales por medio de internet. Durante el periodo de 2021 al 2022, la empresa analizó los patrones de búsqueda en Google para identificar “el trabajo soñado” de sus usuarios. En América Latina, hubo una pregunta frecuente: “¿cómo ser influencer?”. Este nuevo trabajo es una oportunidad para hacer de la vida propia un reality show, hacerse un personaje, una figura pública.

Cuando le cuento a algún conocido que estoy buscando empleo, es usual que me responda: “busca trabajo como freelance, call center, Youtuber, ′la página azulita’ (OnlyFans)…”. Hoy existe una larga lista de trabajos “remoto”, y es un hecho que las formas de vivir y laborar cambian, se reinventan ajustándose a las herramientas y necesidades de la sociedad; sin embargo, me parece de suma importancia reconectar nuestros sentidos con la tierra, pues todos los animales necesitamos de ésta. Dichos sentidos están siendo conquistados cada vez más por el espectro de la inteligencia artificial (auriculares, pantallas, gafas de realidad virtual, asistentes virtuales, humanoides…). La nueva “realidad” es una simulación, como bien lo señaló Mofeo.

Neo sale de su incubadora. Conoce la última ciudad existente sobre la tierra: Sion. Allí, una pequeña comunidad se resiste a vivir en la Matrix. Esta comunidad cosecha su propio alimento y lucha por la recuperación de la tierra.

Neiva, mi ciudad, también podría ser Sion.

Pienso que las actividades, como la del Curíbano, tejen comunidad en torno al reconocimiento de la tierra y a sus necesidades. Estos espacios nos brindan la oportunidad de conectarnos, retribuir a la tierra y ser conscientes del impacto de nuestros consumos en ella.

Aún estamos a tiempo de habitar responsablemente una Tierra genuina, aún nuestra, aún no simulada. Posdata: el 21 de abril, en el marco de la celebración del día internacional de la tierra, el colectivo femenino y ambiental de moda circular Las Jacarandas realizará una serie de actividades en el humedal El Curíbano, desde las 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde: siembra de árboles, jornada de limpieza, bazar de segunda mano, entre otras actividades. ¡Invitadas e invitados!