Por: Sofía Cano, Estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Surcolombiana.
Jairo Ramírez Bahamón, reconocido historiador huilense, ofreció el pasado 22 de Agosto una conferencia sobre la vida de Justo V. Charry, un educador oriundo del Huila que ejerció la docencia a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Es autor de la célebre ‘Cartilla Charry’, la cual fue empleada para enseñar a leer y escribir a más de tres generaciones de colombianos, a partir de 1918 cuando fue adoptada oficialmente como material educativo por el Ministerio de Educación Nacional. La concurrida charla tuvo lugar en la biblioteca del Banco de la República de la ciudad de Neiva.
Son muy pocos los huilenses que saben quién fue Justo V. Charry, pero el número aumenta cuando se trata de la famosa cartilla para enseñar la lectura y escritura que adoptó el Ministerio para todo el país hace 100 años, conocida como “la cartilla Charry”. Indagar sobre la vida y los aportes a la educación y la cultura de Justo V. Charry ha sido la tarea a la que se ha consagrado recientemente el historiador Jairo Ramírez Bahamón, miembro de Número de la Academia Huilense de Historia, y autor de libros y artículos fundamentales sobre la historia de la educación en Huila y Tolima durante los siglos XIX y XX.
“Las ideas entran por los sentidos, a través de la experimentación y la investigación”, dijo Jairo Ramírez durante su conferencia en el Banco de la República, a propósito del pensamiento pedagógico de Justo Charry. Foto por: Alejandro Gutiérrez.
Jairo Ramírez Bahamón es un historiador campoalegruno, egresado de la Universidad Surcolombiana, y ex funcionario de esta casa de estudios, donde se desempeñó como Jefe de Planeación y Vicerrector Académico. Desde hace 37 años se dedica a investigar en el Archivo General de la Nación y otras fuentes documentales. La inspiración para querer saber más sobre la vida de Justo V. Charry, fue un encuentro que sostuvo con Cecilia Charry Lara, hija de Justo, en la Academia Huilense de Historia. “Cuando Cecilia me dijo que era hija de Justo Charry el de la cartilla, ahí me nació la idea de que era huilense, con su cartilla aprendí a leer y a escribir hace muchos años, y me propuse sacar su nombre a la luz”, dijo Jairo Ramírez en diálogo con Suregión.
Durante la conferencia de Ramírez Bahamón, ante un grupo de cerca de cincuenta personas, conformado por académicos, educadores, y algunos líderes políticos ya retirados de la escena pública, se refirió a los inicios de Justo Charry, cuando se graduó en 1882 y la obtención del título de maestro de grado superior. Son varios los sucesos que reflejan el carácter y capacidad analítica de Justo Charry, tales como algunas citas en un ensayo que expuso como trabajo de grado. “El institutor debe tener vocación y preparación especial. La educación que se imparta debe ser integral, incluyendo las relaciones del niño con el mundo y los demás”, escribió en algún momento Charry.
El amor por la docencia de Justo V. Charry lo llevó a crear su propia cartilla en 1917 llamada “Enseñanza simultánea de la lectura y escritura”, la cual lo hizo inicialmente acreedor de una medalla de oro y diploma de primera clase. Al año siguiente, Charry presentó a concurso su libro que se popularizaría como Cartilla Charry y fue seleccionado como texto básico para la enseñanza de la lectura y la escritura por parte del Ministerio de Educación Nacional, y distribuido en todas las cuales públicas del país a partir de 1918 y durante varias décadas.
La Cartilla Charry tuvo su primera versión en 1897 y desapareció en 1982, tras la llegada de varias cartillas sucesoras, tales como Coquito, Nacho y La alegría de leer.
Pese a la gran popularidad y utilidad de la cartilla, Justo Charry y su familia jamás obtuvieron dividendos económicas por su distribución, pues el educador huilense cedió los derechos de autor al Estado, para garantizar la impresión de los primeros 35 mil ejemplares en 1919. Años después firmó otro contrato, por 800 mil ejemplares. Durante un tiempo la Cartilla Charry fue el segundo libro más impreso en todo el país después de Cien años de soledad, la célebre novela de Gabriel García Márquez.
Justo V. Charry nació presumiblemente en Villavieja (o en el municipio de Aipe) un 5 de Marzo, fue esposo de Mercedes Lara, oriunda de Campoalegre (Huila), con quien tuvo 6 hijos, entre ellos, Fernando Charry Lara, célebre poeta; Alberto Charry Lara, escritor; y Cecilia Charry Lara, quien ha sido la continuadora y divulgadora de la obra de su padre, debido a una promesa de continuar editando la cartilla que le hizo a Justo Charry poco antes de que éste falleciera en 1946.
La mayoría de la familia de Justo V. Charry se fue del Huila, muchos viven en el extranjero y, según Jairo Ramírez, esta puede ser la razón principal por la que los Huilenses no saben quién fue Justo Charry.
La conferencia finalizó con el anhelo de Jairo Ramírez, que sigue buscando recursos para hacer una biografía de Justo V. Charry, y así lograr que cuando se le nombre en el Huila, sus paisanos sepan quién fue y el gran aporte cultural y educativo que le hizo al país.