Es aguda la situación de salubridad que afronta Neiva y el Huila con relación a la prevención del maltrato de animales caseros. Situación directamente proporcional a la ignorancia de quienes optan por abandonar a su suerte a perros y gatos, luego incluso de abusar de estos con actos como el apareamiento forzoso, la hambruna, y los castigos físicos. Acciones que generan daños irreparables en estos seres sin voz pero sintientes

Por: Cristian Williams, columnista Suregión

Desde el pasado trece de julio del presente año, empecé a conocer a profundidad cómo trabajan las personas animalistas. Mi incursión a manera de serendipia, me llevó a darme cuenta que desde la virtualidad, las personas con vocación animalista se ofrecen ya sea desde lo económico o a gestionar la adopción de los desamparados. La serendipia, fue más porque di con una rescatista de altura (prefirió mantenerse anónima) a quien le agradezco por darme a conocer los padecimientos de los albergues de rescate. Tras escudriñar más sobre el fenómeno social del abandono animal, encontré información gracias a distintas fuentes expertas en el tema, y con ello, me enteré por ejemplo que, el centro de bienestar animal es una fachada. «Al centro de bienestar animal, el gobierno lo ha dejado en promesas incumplidas. Nos reúnen pero al final no sabemos que se hace la plata» (fragmento de entrevista a Blanca Nubia de Campos. Directora Asoanimales. 7 septiembre, 2023).

Leer entrevista completa: Asoanimales: una maratón por la solidaridad animalista en el Huila

Aunado a lo anterior, las labores de las personas rescatistas se tornan utópicas cuando muchas de estas no dan a basto a la hora de atender a diez, veinte, treinta, e incluso en el caso de los albergues, hasta doscientos desamparados o más, y se valen de corazones anónimos para poder salir a flote. Con ello, cuando se produce una alerta en un caso de abandono y/o maltrato, las redes de rescatistas se distribuyen la labor de socorro con el fin de poder recuperar al animal. En el peor de los casos, dependiendo de la gravedad de sus heridas, el animal no resiste y fallece.

Luego de que pudiera comprender que en Neiva como en el Huila, existen rescatistas como arroz, la tarea es llevar el mensaje a más gente, a la misma vez que entrar a cuestionar a los entes institucionales, así como a aquellos y aquellas que buscan fama a costillas de quienes son realmente animalistas. Lo anterior, me llevó a toparme con Asoanimales, con su directora la señora Blanca, y su fundadora la señora Martha. Llegar a este albergue de trece años en vigencia, me ha aterrizado aún más la idea de que la situación es aguda con la crueldad humana a flote. Al respecto, la señora Blanca de Campos, quien muy amablemente me acogió como un integrante más de esta fundación sin ánimo de lucro, se refirió desconcertada: «Todos los días abandonan, maltratan, nos dejan animales amarrados frente al albergue, entonces es una problemática que si los entes territoriales no accionan las leyes que hay para la protección animal y el cumplimiento de apoyo para estas organizaciones, pues esto nunca se acabará, ya que no cumplen con lo que está en la ley, algo que le toca al Alcalde, también jornadas de atención y esterilizar».

En cuanto a su infraestructura, tanto Asoanimales como los demás albergues, carecen de instalaciones lo suficientemente adecuadas para continuar recibiendo desamparados; faltan techos, espacio, mano de obra, herramientas para el baño y el cuidado, además de alimento como lo más indispensable. Pero antes que eso los animalistas ven necesario que las personas cuidadoras de animales caseros procuren hacerlo con conciencia, pero ello al parecer gran parte de la población en Neiva y el Huila no lo nota, ya que al contrario de lo anterior, siguen abandonando, continúan comercializando animales domesticados, es mayor la explotación de estos en apareamientos forzosos, y peor aún, los dejan enfermarse y terminan por deshacerse de ellos.

Ahora, si desde lo voluntario las personas no pueden captar el mensaje animalista, la herramienta institucional debería ser un paraguas ante la estruendosa lluvia de inconscientes y desadaptados; la misma representada por la Política Nacional de Protección y Bienestar Animal, con la que se supone, se busca mitigar situaciones como las anteriormente explicadas. En dicho documento, se reconoce la protección animal como «el trato a los animales basado en el respeto, la solidaridad, la compasión, la ética, la justicia, el cuidado, la prevención del sufrimiento, la erradicación del cautiverio y abandono, así como de cualquier forma de abuso, maltrato, o trato cruel», algo que este departamento y esta ciudad desconocen.

Por otro lado, desde un enfoque más local, el Centro de Bienestar Animal, es en un principio, un programa de gobierno municipal en donde se exponen proyectos que fueron direccionados por Yuly Lozano Hernández, quien (según su testimonio) hasta hace poco fungía como coordinadora del Programa. A propósito, el último informe divulgado en la página web del mismo (14 de agosto, 2023), concluye lo siguiente: «hemos realizado un trabajo arduo en la secretaria de medio ambiente para brindar una mejor calidad de vida a los animales abandonados, maltratados y donde se han vulnerado de su bienestar. Realizando talleres, atención primaria a animales en el municipio de Neiva; así como asistiendo y brindando apoyo a todas las actividades a las que somos invitados, como también hemos estados atentos a cualquier llamado o petición que hace llegar la ciudadanía a la secretaria manifestando algún maltrato o necesidad de presencia para velar por la defensa de los animales del municipio de Neiva».

Sin embargo, CAPA Neiva, organización ambientalista con enfoque en la defensa de los derechos de los animales, publicó en su página oficial de Facebook el pasado 19 de septiembre del año en curso, un video en donde reclama mayor atención de los entes gubernamentales en el desarrollo de las políticas públicas, quejándose con ello, de las «fachadas» que desde el gobierno del actual alcalde Gorky Muñoz, y del señor gobernador saliente, Luis Enrique Dussan, se han perpetuado: «Neiva y el departamento del Huila, necesitan urgente una Política Pública de Protección y Ayuda para evitar el abandono, la reproducción masiva, el maltrato, la Irresponsabilidad de los dueños de mascotas, realizar jornadas de esterilización gratuitas, trabajar por crear conciencia de una tenencia responsable, amor y protección. Más no hacer una actividad disfrazada para ayudar a los animales, no una feria «animalista» donde se está fomentando la comercialización de animales de raza».

Video CAPA Neiva: página de Facebook Oficial

Junto a CAPA Neiva, Proyecto Come Dog, Angélica Quino, entre otros, existen cientos de animalistas (anónimos o no) reclaman a la comunidad huilense en general, el deber ético y moral que debemos cumplir ante la situación adversa que hoy en día los animales callejeros padecen, así como hacer cumplir las leyes estipuladas además de implementar unas más estrictas en contra de actos bárbaros con intereses lucrativos y sanguinarios que violenten a estos seres. Con ello, las alertas en rojo también deben incentivar a quienes prefieren comprar animales domésticos, el considerar la alternativa de adoptar un animal de calle, y si lo hacen tener la responsabilidad necesaria para no tomar la cruel decisión de maltratar a sus adoptados por la poca paciencia o la de abandonarlos una vez más.

Y en caso de que su gusto no sea el de adoptar, distintas acciones como la denuncia, la alimentación, y la donación de recursos, también son relevantes en procura de generar conciencia animalista ante los ojos vendados por el antropocentrismo de quienes se creen dueños de la vida de estos seres vivos, que solo cuentan con sus ladridos y maullidos resilientes para confrontar la realidad que les toca ante la ignorancia e indiferencia de gran parte de las personas en Neiva, el Huila, y sus alrededores. Así que amigo y amiga, ya que se ha tomado el tiempo de leer esta columna, no dude en ningún momento que un aporte suyo por muy insignificante que parezca, será de gran ayuda para mitigar tan abrupto panorama de salubridad que debería afectarnos a todos y a todas.

Leer política nacional de protección animal: Política de protección animal

Cristian Williams, periodista Suregión