De ‘ollas de barro’ a ollas comunitarias
El pasado 22 de enero de 2018 llegué a la Universidad Surcolombiana, cuando en ese entonces vivía situaciones familiares adversas de las que creí huir refugiándome en hábitos comunes de los jóvenes. Seis años después, con mi pregrado de Comunicación Social y Periodismo culminado, he querido compartir, en la presente columna, una visión personal del proceso científico llevado a cabo.
Por: Cristian Williams, Comunicador Social y Periodista
Tras retornar a las aulas de clases fui consciente de que debía asumir roles para trascender. Ahora que este nuevo ciclo se cierra, mayor es el deber, consecuente con los retos profesionales que debo afrontar, en un camino que seguramente tendrá tanto logros como obstáculos.
En cuanto a caminos, con el poeta Antonio Machado como escudero, los y las docentes del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la USCO, me guiaron rumbo al saber ser y saber hacer, por ende mi mayor gratitud a: Carlos Monje, Olmedo Polanco, Juan Carlos Albarracín, María Teresa Cortés, Yamile Poveda, Erinzo Díaz, Jacqueline García, Mónica Bonilla, Juan Carlos Acebedo, Marco Ceballos, Carlos Arnulfo Rojas, Zulma Muñoz, Ruby Lorena Morales, Fernando Charry, Óscar Forero, y Marcos Fabián Herrera; cada uno y cada una con sus distintas experiencias y/o saberes.
De igual manera, junto a los ya mencionados y mencionadas, es importante evocar con nostalgia la memoria del docente y exintegrante de la Asociación Sindical de Profesores Universitarios (ASPU), Alexander Trujillo Bacca, quien falleció en 2021 debido al Covid-19. El Digital era su página web de noticias, en la que como aprendices alguna vez publicamos y que quizás muy pocas personas recuerdan.
Siguiendo el hilo nostálgico de mi relato, como paradoja, mi rutina pasó de frecuentar ‘ollas de barro’ a dar importancia al retorno al ‘Alma Mater’, gracias al apoyo de mi familia, y, a lo que significan las ollas comunitarias dentro del contexto universitario. Estas han aportado a que los y las jóvenes, interesados e interesadas por ser críticos y críticas ante las realidades del territorio regional y nacional, evitemos opacar virtudes al dejar nuestras vidas en manos de hienas y buitres, con el fin de mantener a oscuras el espíritu resiliente que nos debe destacar a todos y todas (y todes si se quiere).
Con lo anterior, y a partir de lo que es la resiliencia, entendí que movimientos y colectivos sociales con ideales humanísticos y ambientales, bajo la premisa de revolución, instan a representar a quienes buscan un espacio para ser escuchados y escuchadas, en aras de hacer sentir inconsistencias y necesidades inmediatas de sus territorios específicos en la ciudad, el departamento y, por supuesto, el país.
En ese orden de ideas, si hablamos de resiliencia, el Periódico Digital Suregión, que fuera mi casa periodística por dos años, es un ejemplo de ello, al mantenerse vigente desde 2008 hasta la fecha sin mayores presupuestos. Este laboratorio de periodismo ha sido y sigue siendo un espacio de aprendizaje y en el mismo recogí saberes de los ya mencionados docentes Acebedo y Rojas, y del también docente, escritor y músico, Juan Guillermo Soto. Total gratitud a estos.
Es preciso entonces por mi parte, dejar un hasta pronto a la Universidad Surcolombiana (USCO), resaltar la labor de quienes integran la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, y destacar lo importante que han sido las personas que aportaron ‘un granito de arena’, para que pudiera alcanzar el objetivo de ser comunicador social, y con ello evitar que pudiera ‘cocinarme’ en una ‘olla de barro’ .
«Caminante, son tus huellas el camino nada más. Caminante no hay camino, se hace camino al andar». (Antonio Machado, poeta español).
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Imagen portada: Medium Blog