En lo corrido del año 2024, el fenómeno del niño ha impactado de manera drástica los cultivos de Guadalupe Huila, llevándose consigo la cosecha de café esperada para el mes de octubre.

Por: Valentina González Galindo

Estudiante de Comunicación Social y Periodismo, Pitalito.

Cielos despejados, altas temperaturas y vientos fuertes son los acompañantes que hoy por hoy visitan el territorio de Colombia producto del fenómeno del niño, usual cada cierto año; dicho evento no ha mostrado compasión con el campesinado colombiano, que por estos días sufre ante el calor incesante y sueña con la cosecha que poco a poco se marchita.

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Con el desabastecimiento de las fuentes hídricas y las pocas (casi nulas) lluvias de comienzos de año, los cultivos de diferentes sectores del país se han visto fuertemente afectados, entre ellos las cafeteras del municipio de Guadalupe (Huila), en donde ya se empiezan a ver las consecuencias de las altas temperaturas.

Guillermo Valencia, un campesino de más de 60 años de edad, considera que esta ha sido una de las olas de calor más fuerte que ha visto a lo largo de toda su vida en el municipio, afirmando que perdió la totalidad de la cosecha de café pronosticada para la época de octubre y al día de hoy ruega a Dios por gotas de agua que le permitan no perder el cultivo en su totalidad.

El ingeniero agrónomo Juan Diego Pimentel explica que a pesar de la fuerza tajante que tiene consigo el cultivo del café, su exposición directa y permanente durante varios días a las altas temperaturas puede afectar en gran medida el cultivo, provocando una etapa denominada «estrés»: el arbusto, por falta de agua, no permite que el grano se coseche en su totalidad y por ende el peso de éste no se da ni en la mitad del peso normal de la semilla; es así como la remuneración no satisface los elevados costos de manutención que se llevan a cabo en una finca, desde la mano de obra hasta fertilizantes e insumos.

Sin embargo, no solo el campesinado cafetero sufre las afectaciones del verano, también los aguacateros, limoneros, papayeros, plataneros, entre otras economías minoritarias que se encuentran en el municipio. Luis Humberto Cabrera, un joven aguacatero, comenta que los riegos se han visto afectados por el bajo caudal de la quebrada La Viciosa, siendo ésta el principal suministro de agua para más de 200 Vegas que se encuentran en la parte baja del municipio.

Entre tanto, la economía local se encuentra en vilo. Siendo Guadalupe un municipio agrícola, todos dependen de la producción del área rural: sin cosecha no hay dinero, sin dinero no hay progreso.

Los diferentes habitantes del municipio de Guadalupe esperan la pronta llegada de la lluvia. Ante ello, el IDEAM pronostica que este evento se prolongará hasta finales del mes de marzo, mes en el cual ya se empezarían a ver las primeras lluvias que equilibrarán y beneficiarán la vida de más de 16.000 habitantes del municipio. Sin embargo, las predicciones de esta entidad también advierten que independiente de que llegue la temporada de lluvias, las temperaturas en el país seguirán en aumento.

En conclusión, esta no es la mejor época para el sector agrícola de la región, pues las desventajas climáticas afectan sus cultivos, cosechas y economías locales; solo queda empezar a mejorar las prácticas de cuidado con el planeta tierra, puesto que el fenómeno del niño llegará cada vez más fuerte al territorio colombiano, siendo éste el menos caluroso de los próximos años.

Imágenes Yuxtapuestas: Cristian Guillermo Gómez Villanueva, y, Willington Steven Gónzalez Álvarez.