Masiva fue la participación del estamento estudiantil que se dio cita en las ágoras, el histórico espacio de reflexión y debate para quienes han habitado el alma máter. Los moderadores se vieron en la obligación de reiterar la imparcialidad de los organizadores, respecto a la contienda por la rectoría. Los promotores del voto en blanco fueron representados por el sociólogo y docente, Aldemar Macias Tamayo.

La ronda de intervenciones empezó con la presentación del profesor Pedro Reyes, el médico salubrista reiteró sus treinta años de trayectoria dentro de la Universidad, su paso por la decanatura y el CSU como portavoz del estamento profesoral. El académico destacó su paso por la rectoría durante los años 2014-2018, en los cuales logró, según su discurso “avances significativos para la institución” en cuanto a la acreditación de alta calidad, una lucha de años, entre otros procesos que resaltó Reyes Gaspar mientras realizaba su presentación.

Posteriormente el especialista en derecho procesal, Abelardo Poveda inició recalcando su ascendencia de «familia decente y académica”. El docente que también realizó estudios doctorales en prevención y lucha contra la corrupción, en aplicación de Derechos Humanos en el siglo XXI, así como Derecho Penal y Procesal de la Universidad de Santa Marta, resaltó su rol en la decanatura de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, en su momento Facultad de Derecho, rememoró la lucha del estudiantado por el registro calificado del programa.

El aspirante señaló que su aspiración a ocupar el puesto en la rectoría se fundamenta en que no tiene compromiso político con nadie «no cargo a la espalda a nadie» y agrego que por eso se lanzó a la contienda con el apoyo de los estamentos que quieren «recuperar la universidad… aquí no habrá clientelismo» puntualizó.

Por su parte Rubén DarValbuena, aprovecho su primer minuto con el micrófono para responder a señalamientos por parte de Poveda, que concluyó con el compromiso de retirarse de las elecciones en caso de ser comprobadas las supuestas acusaciones. El biólogo destacó que cuenta con cuatro estudios de posgrado y resaltó el hecho de ser el primer doctor egresado de la Universidad Surcolombiana. Indicó además que los 38 años de vinculación con la institución, el paso por decanaturas, vicerrectoría y jefatura de programa, le han permitido conocer el alma máter.

Aunque el candidato Rubén Darío Valbuena no profundizó en las razones que llevaron a su postulación por la rectoría, precisó que “la USCO no tiene gobernabilidad, ni adentro, ni afuera. No nos reconoce la comunidad universitaria, ni la comunidad externa… las empresas están contratando Universidades y profesionales de otras universidades”. Adicionalmente, referente a las problemáticas financieras, propuso la “utilización objetiva de los recursos”, señaló que hay una sobrecontratación, mientras los docentes presentan precariedades en la forma de contratación. Finalizó con una propuesta de modificación del enfoque de Bienestar universitario y agregó que gestionará más recursos para la institución.

Finalmente, el delegado del voto en blanco, Aldemar Macías basó su intervención en el contexto histórico, donde surgió el fenómeno del clientelismo. Prosiguió interrogando a la audiencia ¿Cómo vamos a elegir un rector en medio de unas relaciones de clientelismo que se profundizaron en las instituciones públicas de todo Colombia? El profesor reflexionó entorno al proceso en que se vieron captadas las IES, pese a la creencia “que está captura no se daría en los centros de pensamiento y formación”.

Macías señaló que en medio de estas relaciones, se ha perdido la visión de ser un centro de formación, de pensamiento crítico, humanista, consciente de la región. Añadió que el voto en blanco es una expresión de dignidad, poniendo de ejemplo la Universidad de Nariño y la Universidad Nacional; puntualizó que el objetivo es ser mayoría para «tumbar todo el proceso y nos declaramos en desobediencia civil». El profesor convocó al Consejo Superior Universitario a escuchar los docentes y estudiantes, para la construcción de un sistema de participación directa, “no más a través de mediaciones politiqueras… los invito a recuperar las luchas de la Universidad que nació en la calle”.

Clientelismo en la USCO

Antes de iniciar la ronda de preguntas, la moderación a cargo del estudiantado, hizo la invitación a realizar un debate de calidad, con ideas y argumentos, «un debate de claridad, con transparencia en que reinen las ideas, que hagamos honra al espacio en el que nos encontramos (Ágoras)”.

El primer tema que los estudiantes trajeron al espacio de debate, fueron las relaciones clientelares al interior del claustro. En estas, al parecer se utilizan contratos y nombramientos administrativos a cambio de favores políticos. Agregó la moderación que «la universidad pública posee un sentido, un significado y saberes diferenciados de la universidad privada», por tanto una visión de sociedad diferente. En este sentido los panelistas respondieron a las preguntas ¿Cuáles son las dinámicas que permiten el clientelismo al interior de la universidad? y ¿Qué se debe hacer para garantizar transparencia en las convocatorias y designaciones?

El profesor Reyes reconoció ante el estudiantado, lo que estos ya presentían «hay que reconocer que, al interior de la institución, también hay un clientelismo interno, que se genera por parte de los docentes, estudiantes y los mismos administrativos» y, que este fenómeno no es exclusivo de la clase política. El médico salubrista propuso un concurso de méritos para erradicar el clientelismo “que se ha incrementado exasperadamente sobretodo en esta administración y en los últimos tres años”. La estrategia tendría aplicabilidad para administrativos y docentes, así mismo propuso eliminar la contratación de docentes visitantes.   

Sin embargo, para Poveda esta estrategia es insuficiente. Aunque cree necesario que los estamentos tengan acceso a información, se enfocó en recordar las problemáticas de conectividad, «la digitalización y la tecnología para llevar a cabo procedimientos al Interior de la universidad restringen esa versión de actualización en nuevas tecnologías”. Finalmente, recordó que «debe pensarse que la universidad tiene unos propósitos básicos, y es que el conocimiento con el que se trabaja, sirva para transformar la Universidad».

Valbuena por su parte, también reconoció que el clientelismo se ha tomado la investigación, administración, el cuerpo docente y reiteró «la cantidad de personas que sobran en las oficinas de la USCO». Respecto a las estrategias que eliminan este flagelo, manifestó que ya ha recibido visitas de políticos con propuesta de adhesión, pero éste los necesitará después de las elecciones para establecer acuerdos, ordenanzas y convenios «que le permitan a la universidad acercarse a la región».

Cerrando la ronda, el representante del «voto en blanco, grito de cambio» dijo al estudiantado que «estamos pagando todos los costos de una universidad que está olvidando la proyección social, no está yendo a los territorios a acompañar las comunidades, no está fortaleciendo sus ejes como la investigación, esos elementos vitales para acercar la universidad a los territorios y todo está pasando por la politiquería, por el clientelismo que captura». Asimismo, invitó al estudiantado a defender los espacios que se han perdido, a través de la Asamblea Constituyente. Aseguró que el triunfo del voto en blanco implicará que el CSU revise el proceso y se garantice la democracia universitaria.

VBG en la USCO

Respecto a los hechos de violencias basadas en género que han sido denunciados reiteradamente en los espacios del estudiantado, Reyes manifestó que se han generalizado en las IES, así como en otro tipo de instituciones. Su primera propuesta es establecer rutas para abordar estos casos, la segunda propiciar un equipo interdisciplinario para los acompañamientos, y en aras de que las investigaciones sean efectivas; para complementar su estrategia, el candidato se comprometió, en una eventual rectoría a implementar sanciones independientemente del rango y tipo de actor: «hay que ser contundente a la hora de tomar decisiones, en las instancias que correspondan”. Aunque el candidato expresó su intención de eliminar estos comportamientos al interior de la Universidad, agregó que para él, “las soluciones no se ven a la vista».

Por otro lado, el candidato Poveda, narró la estrategia que, según él, utiliza durante sus clases para que sus estudiantes “no permitan ser maltratados». En este proceso, los profesores implementarían acompañamientos durante los procedimientos, pero señaló que «no se hace mayor cosa con reglamentos que no funcionan, se necesita educación al interior… la defensa y la dignificación de la persona debe empezar en el aula y en la labor diaria de los estudiantes”.

Valbuena reconoció que las VBG han tenido presencia histórica en nuestra sociedad, así que acordó ante el estudiantado, que en su rectoría se hará énfasis en fortalecer este componente asignando más recursos y personal, desarrollando jornadas de socialización y capacitación y activando la cátedra del respeto hacía el género.

Macías resaltó los procesos conformados por mujeres, creadoras de colectivos y grupos feministas, así como a los compañeros de las diversidades; agregó que sus procesos educativos y movilizadores son los que como universidad «tenemos que acompañar». El empoderamiento de la diversidad hace menos posible estas prácticas de maltrato y acoso, y reiteró que las escuelas de empoderamiento son necesarias para exigir dignidad en el territorio.

El estudiantado también interrogó a los candidatos, acerca de la relación del movimiento con la posible administración. La propuesta de gobernanza de Reyes implica adelantar una constituyente universitaria, a lo que se comprometió ante los universitarios en las ágoras. “Hay que apoyar a las organizaciones estudiantiles para que nos ayuden a cambiar las problemáticas” agregó.

El sociólogo Aldemar Macías hizo un llamado a la deliberación y el fortalecimiento de espacios donde se formulen propuestas para transformar las realidades, mientras enlistó las afectaciones del clientelismo a los educandos, invitó a ‘luchar’ por la constituyente.

Poveda reconoció la importancia del estudiantado en la coyuntura histórica en que se encuentra la Universidad, agregó que en su rectoría se garantizarán los derechos laborales de los docentes, sin darle protagonismo a las relaciones clientelares.

Valbuena rechazó que con recurrencia, la constituyente se ha hecho presente en el discurso durante el marco de las elecciones y aclaró “funciona si cambiamos el chip, profesores, estudiantes y todos”.

Compromiso y respuesta con ayuda

La moderación formuló a los tres candidatos preguntas con dos opciones de respuesta, aunque parecía una dinámica sencilla, algunos candidatos utilizaron ‘copia’ en el debate. Dentro de esto, los tres se comprometieron con la reforma a la gobernanza buscando procesos eficientes y transparentes, erradicando el clientelismo.

El calor del público se sintió cuando Reyes declaró estar de acuerdo con la prohibición de las chazas (emprendimientos de estudiantes), sin embargo, los tres estarían dispuestos a habilitar espacios de tolerancia con el consumo de cannabis, también coinciden con la reforma a la Ley 30.

El silencio se tomó unos segundos el espacio, mientras evaluaron si la casa de estudios es un lugar seguro para las estudiantes, Reyes reconoció la evidente inseguridad mientras Valbuena y Poveda se guiaron de la respuesta de los otros panelistas para emitir un juicio. Concordaron en que los estudiantes no tienen suficiente participación en la toma de decisiones y en apoyar una eventual política para aumentar el acceso de comunidades étnicas y rurales a la educación superior. 

Al calor del debate

La ronda de interrogantes del estudiantado que escuchó atento a los cuatro panelistas también indagó ¿Por cuál candidato no votaría y por qué? Valbuena manifestó que la Universidad necesita un rector, por tanto, no apoya el voto en blanco, mientras que Poveda señaló a sus contendores de representar el continuismo, mismo argumento que usó Reyes en contra del biólogo Valbuena. El representante del voto en blanco no hizo apología a las relaciones o aspiraciones de los tres ternados, se enfocó en declarar la ‘desobediencia civil’ por parte de la comunidad universitaria para lograr la constituyente universitaria.

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