Por: Duvan Muñoz, Carlos Motta y Simon Ovalle.

Pitalito cuenta con pequeños micro-empresarios distribuidos a lo largo y ancho del Valle de Laboyos, lo que hace que esta labor sea muy reconocida en las calles de este municipio, conocidos comúnmente como los vendedores ambulantes. Actualmente existen vendedores según su producto, ya sea vendedores de tintos, arepas, jugos, frutas y verduras, ‘’galguerías’’, comidas rápidas,  entre otros.

El trabajo de vendedor ambulante es menospreciado, pero para estas personas es el sustento principal para el diario vivir de muchos hogares, ya que les permite  mejorar las condiciones para el futuro de sus hijos y demás familiares que se ven beneficiados de esta labor. Además  esta actividad satisface las necesidades inmediatas de los ciudadanos, debido a que en el momento en que se está fuera de casa son ellos quienes en muchas ocasiones ayudan a salir de ciertos apuros.

Alguna vez se han preguntado si ¿los vendedores ambulantes obtienen algún apoyo de entes gubernamentales? la verdad es quienes lo ejercen, lo hacen por mérito propio y el estado sólo les brinda un ‘’pedacito’’ del espacio público.  Según doña Martha, una vendedora de arepas ubicada en el parque principal, manifestó que “Los vendedores informales pertenecemos a una asociación, la cual nos reconoce a partir de un carnet que será entregado los próximos días”,  este carnet les permitirá un reconocimiento en su sector laboral.

Por otra parte, cabe mencionar que las ventas dependen de varios factores, principalmente del clima y los eventos que se realizan en el municipio; de igual manera es necesario señalar que en algunos de los eventos que son de gran importancia, estos vendedores son retirados de su ámbito laboral. Así lo declaró doña Mariela, una vendedora de tintos del Valle de Laboyos, en dialogo con SuRegión.

Aunque muchas personas crean que los vendedores informales no son necesarios, es evidente que la sociedad requiere de sus servicios. Ellos están cansados de que los excluyan de los eventos, y que traten de des-valorizarlos por el simple hecho de trabajar en la calle. Son  personas que están aportando a sus familias por medio de una labor decente, que prefieren realizar ésta actividad informal a estar ejerciendo otra actividad que perjudique la sociedad.