Los y las estudiantes de la Universidad Surcolombiana se han unido en rechazo al alza de los precios en las fichas y la disminución de las raciones en los servicios del restaurante universitario La venada, lo cual no se compadece con la crisis social que han tenido que afrontar muchas de sus familias debido a la pandemia del Covid-19. La administración de la Rectora Nidia Guzmán no atendió las reclamaciones de los estudiantes universitarios y firmó un contrato de restaurante el pasado 31 de marzo que ha sido duramente cuestionado.

Por: Laura López, periodista de Suregión.

El pasado 28 de marzo de 2022 iniciaron nuevamente las clases presenciales en su totalidad en la Universidad Surcolombiana, luego de que el Gobierno Nacional ordenara -mediante el decreto 457 de marzo de 2020- el aislamiento preventivo obligatorio, lo cual derivó en la suspensión de las clases presenciales y obligó a los estudiantes y docentes a continuar con las actividades académicas por medios virtuales durante más de dos años. El aislamiento obligatorio y la pandemia del Covid 19, afectaron de manera significativa las condiciones de vida y de trabajo de la población, lo cual agravó la crisis social y dio lugar a un estallido de protestas y movilizaciones en todo el país.

Con el retorno a la presencialidad en la Universidad Surcolombiana, los estudiantes y padres de familia estaban a la expectativa de las garantías necesarias y el panorama académico adecuado ofrecido por la administración de la universidad, para continuar con la labores educativas dentro de sus instalaciones. Como parte de tales garantías, son de suma importancia, por un lado,  el refuerzo de las medidas de bioseguridad, pues a pesar de que los contagios han disminuido de forma considerable, el virus del Covid-19 continúa siendo una amenaza para la población; por otro lado, la reactivación de un buen servicio de restaurante universitario es una de las necesidades más apremiantes para la población estudiantil que requiere este servicio para disponer de una alimentación adecuada mientras retoma las labores académicas en forma presencial.

El Area institucional que se encarga en forma directa de velar por el cumplimiento de estas garantías es la de Bienestar universitario, la cual ha desarrollado desde 2014 el proyecto institucional Universidad Saludable, que tiene como meta «el establecimiento de una cultura de la salud en los diferentes espacios en los que se desenvuelven los integrantes de la comunidad universitaria, en sus cuatro (4) dimensiones: clínica, emocional, alimentaria y acondicionamiento físico, lideradas por profesionales en el área, responsables del desarrollo de la planeación», como puede leerse en el sitio Web institucional de la Usco.

Sin embargo, la comunidad académica pone en duda la labor del área de bienestar universitario y ha expresado su preocupación y descontento por la forma en la que se están llevando a cabo los procesos de contratación en la Universidad Surcolombiana. El pasado jueves 31 de marzo, se llevó a cabo la audiencia pública en la que se adjudicó el contrato del restaurante universitario po un el valor de $1.036.271.975 para el semestre A 2022, teniendo en cuenta que también se debe hacer un proceso similar para el semestre B 2022, lo que significa una inversión de más de $2.000.000.000 para el final de año. Con este contrato se proporcionarán 168.845 raciones alimentarias (desayunos, almuerzos y cenas), lo cual supone una reducción del 27% de las raciones en comparación  con las que se proporcionaban en el 2020.

El contraste entre el  contrato de 2020 y el contrato de 2022 nos muestra que la universidad pagaba $2.234 y el estudiante beneficiario del subsidio $1.100 para un total de $3.334 por cada ración de alimento. Ahora,  el subsidio por parte de la universidad es de $6.247 y el estudiante pagaría  $1 500, para un total de $7.747; es decir un incremento nominal de 132% y 76% en precios constantes, al sumarle un 29% del incremento del IPC de alimentos en los últimos dos años (de 4.8% fue el aumento en 2020, de 17.23% en el año 2021 y de 7.18% en enero y febrero 2022). 

Lo anterior ha generado rechazo por parte del estudiantado del alma mater, pues solo una parte de los estudiantes recibirán el servicio de restaurante, en este caso en la sede central se entregarán solo 600 fichas y es por esto que antes de la adjudicación del contrato, los miembros del Consejo superior estudiantil se dirigieron mediante una carta abierta a la rectora Nidia Guzmán Durán, para expresar su inconformidad con el proceso. A pesar de todo, el contrato se llevó a cabo sin atender los reclamos del estudiantado.

Debido a esto, el mismo día de la adjudicación del contrato, jueves 31 de marzo, los miembros del Consejo superior estudiantil, convocaron a la comunidad universitaria, a un consejo estudiantil ampliado en las ágoras de la universidad, para hablar sobre la situación actual del restaurante y los manejos en las contrataciones por parte de la administración, específicamente bienestar universitario. Aquí se habló también sobre la agenda de movilización que se llevará a cabo los próximos días y las exigencias de los estudiantes frente a esta situación.

Suregión le solicitó al señor Edgar Cometa Guarnizo, director de Bienestar Universitario de la Universidad Surcolombiana, para conocer los puntos de vista que tiene la administración frente a esta problemática, pero no fue posible obtener sus declaraciones para esta nota.

Por su parte, David Ardila, estudiante del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Usco e integrante del del Consejo Superior Estudiantil, le narró a Suregión cómo ha sido el proceso de exigencia hacia la administración, y por qué consideran que podrán existir irregularidades en estos procesos de contratación. Por último, nos habló de las medidas que quieren tomar los estudiantes para exigir las garantías necesarias para el retorno a clases presenciales.

Testimonio del estudiante David Ardila, miembro del Consejo Superior Estudiantil de la Usco

Seguido del consejo estudiantil ampliado, se organizó un plantón el viernes 1 de abril en la sede de posgrados de la Usco, donde se radicó el pliego de exigencias construido colectivamente por los y las estudiantes de la Universidad Surcolombiana, para defender el bienestar del alma mater .

Plantón