En el panel organizado por el portal La Gaitana, se analizaron las problemáticas que han afrontado los pobladores del macizo colombiano ante la posible intervención de Emgesa , la ONF Andina y Coormagdalena en el territorio, con la compra de tierras a los campesinos del macizo y la compra-venta de bonos de carbono.

Por Katherine Cruz, periodista de Suregión

El Macizo Colombiano, es un ecosistema estratégico conformado por un conjunto de montañas y fuentes hídricas que abarcan 3.268.237 hectáreas en los departamentos del Huila, Cauca, Nariño y Putumayo. También es conocido como el Nudo de Almaguer o la Estrella Hídrica. Fue declarado por la UNESCO como Reserva de la biosfera, “dada su importancia para la biodiversidad, para la producción del agua y para la conservación de los ecosistemas. Es una zona estratégica no solo para Colombia, sino para todo el mundo”. El macizo tiene alturas entre los 2.600 y 4.700 metros sobre el nivel del mar. Su territorio se distribuye en agroecosistemas, bosques, páramos, vegetación xerofítica (que se adapta a ecosistemas secos), zonas de nival (las áreas más altas de los andes colombianos), así como de zonas asentamientos urbanos.

En el panel: ¿Qué esta pasando en el macizo?, realizado desde el portal digital La Gaitana y moderado por Humberto Perdomo, se hizo un análisis de la problemática que afronta este territorio. En el diálogo participaron Clemencia Yaneth Piamba, lideresa comunitaria de la vereda Alto Quinchana y promotora del turismo rural el Edén de Magdalena; Jhon Edison Palechor, líder comunitario y ambiental, integrante de la fundación Somos Yuma, presidente de la JAC de la vereda San Antonio; y Camilo Ernesto López, ingeniero ambiental, Magister en ciencias en sociología rural, quien ha acompañado procesos de Zona de Reserva Campesina en el suroccidente colombiano.

Clemencia Piamba señaló que se encuentran en la zona denominada el “pulmón del mundo”, si bien permanecen abandonados por el Estado. Por su parte, Jhon Edison Palechor afirmó que Emgesa esta ingresando al territorio, pretendiendo comprar predios en los que habitan los campesinos, para una supuesta «compensación» al territorio. Asimismo, Camilo Ernesto López señala que en el macizo nace el río Magdalena, considerado el más importante de Colombia, así como los ríos Caquetá, Cauca, Patía, entre otros, lo cual le otorga una importancia estratégica a este ecosistema. El Macizo Colombiano es vital como fuente de recursos hídricos que contribuyen también a la regulación del clima, el equilibrio ambiental de los páramos, la vegetación y la biodiversidad natural. Sin embargo, se tiene conocimiento de que “hay una serie de megaproyectos que pretenden construir nuevas represas hidroeléctricas”.

En el panel se cuestionó la proyección que hizo el Estado colombiano de multiplicar la capacidad eléctrica instalada y se preguntó quiénes van a ser los beneficiados de esta nueva energía. López reflexionó sobre los movimientos en contra de estas centrales hidroeléctricas desde el 2008, no sólo en Colombia sino también en otros países como Brasil. Por otro lado, según el panelista, la minería se está implementando para la explotación de oro, lo cual crea una apetencia de intereses extranjeros e internacionales alrededor del macizo colombiano.

Las reuniones

Jhon Edison Palechor, de la fundación Somos Yuma, adviertió sobre las reuniones que han organizado las multinacionales de Emgesa S.A. y  ONF Andina con CORMAGDALENA, con la intención de ingresar al territorio, las cuales se habrían realizado entre diciembre y enero del 2021, con el argumento de socializar algunos proyectos de intervención en este territorio. En el caso de la multinacional Emgesa, señala Palechor, su propósito sería realizar una significativa compra de predios en el territorio. De otro lado, CORMAGDALENA en convenio con ONF Andina, estarían dándole cuerpo a un proyecto relacionado con la compra y venta de los llamados bonos de carbono.

Los bonos de carbono son una modalidad de crédito en el mercado de carbonos. El objetivo de estos bonos es la financiación de proyectos que mitiguen, capturen o disminuyan la emisión de Gases Efecto Invernadero (GEI). La financiación la realizan países desarrollados o grandes industrias y generalmente el desarrollo de estos proyectos se efectúa en países “en vía de desarrollo”. Sin embargo, puede suceder que una empresa, territorio o país que disminuya la producción de estos gases pueda vender los bonos de carbono de manera voluntaria a otras empresas, las cuales pueden revenderlos en el mercado internacional. Se supone que estos bonos serían un modo de «compensar» los GEI que produce la empresa que los ha comprado, pues los bonos de carbono o permisos de emisión habrán sido creados con el fin de disminuir la producción de gases efectos invernadero.

La respuesta de los líderes sociales del macizo colombiano es que los pobladores no necesitan compensaciones en el territorio, lo que necesitan es inversión social y atención para los campesinos, que son los que se están encargando de conservar el macizo colombiano, ya que son también territorios olvidados por el Estado. Los líderes sociales manifiestan que las autoridades locales no tuvieron en cuenta  a los campesinos para socializar el proyecto de compra de territorios para compensación ambiental. Además, no creen que este territorio sea para compensación ambiental y temen que se trate de un intento de explotación de los recursos naturales del macizo, así como que se pueda presentar un desplazamiento masivo del territorio.

Camilo López manifestó las empresas privadas están comprando tierras para tramitar permisos de emisión, pese a que existe una política ambiental para reducir este tipo de contaminación, pero no se ha implementado por falta de voluntad, lo que lleva a la compra de territorios por parte de empresas privadas y posteriormente a un “drama humanitario,  consecuencias políticas, económicas, culturales, ambientales y sociales terribles, porque la gente sale del campo a la ciudad o se interna más en la selva o el páramo”. López agrega que el sector privado no debe ser necesariamente negativo, dado que estos le pueden aportar al país,  pero esto se debe dar bajo otro tipo de acuerdo, por ejemplo, para incentivar los procesos de conservación de la naturaleza.