En la región sur del departamento del Huila, los municipios de Pitalito y Palestina destacan por su clima templado, una particularidad climática en Colombia. A pesar de esta característica, la estabilidad climática se ha visto desafiada por eventos extremos recientes, como el fenómeno de «El Niño» y lluvias inesperadas a finales de noviembre. El aumento súbito del caudal en el río Guarapas ha expuesto la fragilidad de estas localidades, subrayando la necesidad de una mayor conciencia ambiental y una gestión del riesgo más eficiente. Este escenario destaca la importancia de preservar la singularidad climática y garantizar la seguridad de las comunidades en esta pintoresca región andina.
Por: Gerson Arias, periodista de Suregión
La región sur del departamento del Huila, específicamente en los municipios de, Pitalito y Palestina, se destaca por su clima templado, convirtiéndose en un enclave único dentro de la geografía colombiana. La altitud de estos pueblos supera los 1000 metros sobre el nivel del mar, creando un entorno que se caracteriza por temperaturas promedio que oscilan entre los 12 y 24 grados centígrados. La combinación de factores geográficos y altitudinales confiere a esta zona del Huila una diversidad climática que la hace excepcional para residir. Sin embargo, los cambios climáticos repentinos en estos lugares pueden generar emergencias ambientales graves.
Resultados de cambios climáticos repentinos
Durante el curso de este año, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) declaro el fenómeno “del niño” en Colombia, el cual afecta más a los pueblos de las regiones donde el clima se considera cálido. En la zona sur, al ser el clima templado se puede evidenciar la mayoría de las veces que, el sol del medio dia es más caliente, por lo tanto, lo que resta del dia se mantiene nublado. Este es el caso de Pitalito y Palestina, donde los agricultores clamaron durante toda la cosecha cafetera que dio inicio en septiembre que lloviera para que el grano no se dañara. De este modo, el pasado 29 de noviembre se desato una inesperada lluvia, que envolvió las montañas de estas regiones y donde nacen los ríos Guarapas, Suaza y Guachicos. Este evento natural hizo que durante tres días las mencionadas fuentes hídricas crecieran fuertemente y se desbordaran en algunos puntos críticos de la región.
De los tres ríos mencionados anteriormente, el Guarapas, como afluente proveniente del Parque Nacional Natural Cuevas de los Guácharos, representa una constante amenaza de calamidad en la zona, especialmente durante periodos de lluvia. Su recorrido de 20 kilómetros abarca 20 veredas del municipio de Palestina, extendiéndose hacia las áreas rurales y urbanas de Pitalito. A lo largo de este trayecto, seis asentamientos comunitarios están situados en las cuencas del río, siendo testigos de inundaciones que afectaron negativamente a cinco viviendas y diez predios destinados a cultivos agrícolas. Loreny Ramírez Lozano, secretaria de la Oficina de Gestión del Riesgo en Palestina, informó al periódico digital Suregión.com sobre los impactos directos, señalando que las veredas El Quebradón y Fundador sufrieron inundaciones, con el caudal del río afectando tanto cultivos como algunas viviendas, llegando casi a la vía principal que conecta Palestina y Pitalito.
En respuesta a esta situación, la Secretaría ha llevado a cabo un censo durante los últimos dos meses, registrando a las personas que residen en proximidad al río a través de la aplicación «SORVEY». Este enfoque busca sensibilizar a la gobernación sobre la población en riesgo en la zona. Además, se destaca que, debido a la altitud del municipio, se desencadenaron vendavales que afectaron diversas viviendas, como se evidenció en la vereda El Silencio, donde dos casas resultaron afectadas, una de ellas considerada casi en pérdida total, según lo expresado por la secretaria Loreny.
Concientización, puntos críticos y preparación
Este año, en términos de lluvias, no se registraron muchas afectaciones, pero los «aguaceros intensos» continúan siendo una amenaza para las zonas rurales y urbanas de los municipios. Las consecuencias de estos eventos se atribuyen, a la falta de concientización de la población en estas áreas. Desde el departamento de bomberos y la oficina de gestión del riesgo de Pitalito, consideran que resulta imperativo iniciar el proceso con la sensibilización individual acerca del entorno en el cual se busca residir.
El Periódico Suregión visitó la oficina del comandante de bomberos de Pitalito, Gilberto Rojas Sánchez, y recogió sus declaraciones en las que resalta la preparación de su institución para hacer frente a diversas situaciones de emergencia, ya sea por alertas de lluvias o incendios forestales, gracias a una escuela de formación de bomberos. Subrayó la necesidad de preservar bosques y reservas para garantizar la disponibilidad de agua, destacando la importancia de respetar las áreas cercanas a las fuentes de agua.
Así mismo, Dianny Albornoz, secretaria de la Oficina de Gestión de Riesgo en Pitalito, enfatiza la importancia de la concientización individual sobre la ubicación de las infraestructuras y el uso adecuado del suelo. Subraya la necesidad de reflexionar sobre la elección de ubicaciones para construir, considerando que muchas viviendas están en zonas no aptas. Además, aboga por la implementación de arreglos agroforestales para mitigar riesgos ambientales y promover una gestión más sostenible de los recursos naturales. “Es un llamado para todos los días y tiene que ver con la necesidad de pensar, repensar y analizar, donde debemos construir nuestras infraestructuras. Hablando de viviendas, porque tenemos un amplio número de viviendas que están localizadas en zonas no aptas”. Expreso Dianny Albornoz para el Periódico Suregión.
De este modo, desde la institucionalidad se identifican los puntos críticos en el relieve terrestre en esta zona sur del departamento del Huila. Desde el plan de ordenamiento de desastres, se destacan áreas como las cuencas, barrios como El Libertador y Las Acacias, corregimientos como Bruselas y asentamientos cercanos a los ríos Guarapas y el Guachicos. En el caso de Pitalito, con su geografía diversa, se presentan desafíos particulares, con zonas propensas a deslizamientos, especialmente en corregimientos como Palmarito, Charguayaco y Bruselas.
Por otra parte, el cuerpo de bomberos sostiene que su institución se destaca como una de las mejor preparadas en la región sur de Colombia. Este logro se atribuye a la presencia de una destacada escuela de formación de bomberos, la cual juega un papel fundamental al garantizar un nivel de preparación óptimo para afrontar diversas situaciones de emergencia. En palabras del comandante de bomberos Gilberto Rojas, para el periódico digital SUregión.com: «Estamos debidamente preparados para hacer frente a cualquier emergencia, ya sea por alerta de lluvias o por alerta de incendios forestales, gracias a un personal altamente capacitado en términos técnicos y académicos, y respaldado por resultados satisfactorios».
Voces de los residentes
Una de las características que tienen estos territorios y que resulta atractivo para familias que vienen desde otro departamento en busca de crecer económicamente es precisamente el clima y la tierra productiva. Tal es el caso de una joven pareja: Yuli Medina y Gilder Narváez quienes llegaron hace 6 años a la vereda la reforma del municipio de Palestina Huila a establecer su hogar estando estos, recién casados. Una de las ventajas que percibieron al momento de encontrar lo que para ellos era el sitio perfecto, era la quebrada que pasa a escasos 10 metros de la infraestructura de la vivienda. Pues como ventaja pensaron que no sufrirían por escases de agua. Pero con el paso del tiempo se han dado cuenta que, en tiempos de lluvias esta quebrada amenaza con crecer bastante y arrasar con la casa.
En el día de hoy, la tarea de encontrar nuevos lugares para residir se ha convertido en un desafío desalentador para muchos, ya que la búsqueda de compradores se ve obstaculizada por las condiciones del terreno. Yuli Medina, entrevistada por el Periódico Suregión, expresó la dificultad, señalando que «en el momento uno no tiene plata para reubicarse en otro lugar y… cuando vienen compradores siempre dicen que muy bonito el lugar y la tierra, pero por motivo de la quebrada se desaniman». Este testimonio destaca la complejidad de la situación, subrayando tanto las limitaciones financieras como los obstáculos físicos que los residentes enfrentan al intentar reubicarse. Un análisis detallado de estos desafíos revelaría la necesidad de estrategias y soluciones efectivas para abordar las barreras que impiden la reubicación exitosa en estas circunstancias.
Reflexiones sobre la complejidad climática y las soluciones necesarias
La situación en la región sur del departamento del Huila, específicamente en los municipios de Pitalito y Palestina, refleja una compleja intersección entre factores climáticos, geográficos y sociales que afectan significativamente a la comunidad local. Aunque la zona se destaca por su clima templado y su atractivo entorno geográfico, la reciente declaración del IDEAM frente al “fenómeno del niño” y las intensas lluvias han revelado vulnerabilidades que plantean desafíos ambientales y de gestión del riesgo.
Se destaca la importancia de la concientización individual y colectiva sobre el entorno y la ubicación de infraestructuras, subrayando la necesidad de repensar la planificación urbana y rural. La falta de comprensión y conciencia sobre la conservación ambiental se identifica como un factor contribuyente a los eventos adversos, como inundaciones e impactos en la agricultura.
Además, se destaca la preparación del cuerpo de bomberos, respaldada por una escuela de formación, como un elemento crucial para enfrentar emergencias. Sin embargo, la preparación no puede abordar por completo las cuestiones fundamentales de la gestión ambiental y la planificación territorial.
El testimonio de los residentes, como el de Yuli Medina, arroja luz sobre las dificultades económicas asociadas con la reubicación y la percepción negativa de los compradores debido a las condiciones del terreno. Esta situación subraya la necesidad de soluciones integrales que aborden tanto los aspectos financieros como las limitaciones geográficas para facilitar la reubicación exitosa.
En conclusión, la región enfrenta desafíos multidimensionales que requieren una gestión ambiental más efectiva, mayor conciencia comunitaria y estrategias de adaptación que aborden las complejidades climáticas y geográficas. La colaboración entre las autoridades locales, la comunidad y los expertos en gestión del riesgo es esencial para forjar un futuro sostenible en esta región única de Colombia.