Por:Karen Melisa Blásquez, Jaime Andrés Navarrete Roa, Carlos Alberto Peréz Díaz ,Gloria Paola Zamudio, Andres Felipe Perdomo,Carlos Adolfo Murcia.
Estudiantes del Programa de Comunicación Social y Periodismo de la Usco, sede Neiva.
Aquí le contamos sobre el punto 1, de los 7 mandatos que están convocados a votar todos los colombianos este domingo 26 de agosto, para hacerle frente a la corrupción institucional que ha corroído desde los gobiernos municipales, hasta el gobierno central y que cada semana desfalca de los recursos públicos aproximadamente 1 billón de pesos, es decir, que al año la corrupción nos cuesta 50 billones de pesos, ¿Llegó la hora de parar esto?
Para entrar en materia del punto 1 de la Consulta Anticorrupción hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Colombia, es uno de los países más desiguales del mundo. Según el Banco Mundial, ocupa el cuarto puesto, sólo detrás de Sudáfrica, Haití y Honduras.
- En América Latina, actualmente Colombia es el tercer país con la mayor desproporción entre el salario de los Congresistas (así como de otros altos funcionarios del Estado) y el salario mínimo.
- Disminuir la remuneración mensual de los congresistas de 40 a 25 SMLMV permitirá reducir la enorme brecha entre el ingreso de los congresistas y el de los trabajadores y asalariados del país.
Bajar el exagerado salario de los congresistas que sobrepasa los 30 millones de pesos al mes, tal vez no garantice que la corrupción se acabe, pero si será un llamado fuerte de atención a los parlamentarios que se ganan todo ese dinero sin ir a las plenarias y que a menudo aprueban leyes que perjudican al pueblo colombiano, beneficiando a una minoría, generalmente acomodada. Aunque sí hay varios congresistas que cumplen su labor como debe ser, la rebaja de los salarios de estos congresistas también se justifica por el hecho de que el Estado mismo les costea algunos privilegios por ser altos funcionarios del Estado, como disponer de tres planes de celular y camionetas para <<facilitar sus labores>> durante su período legislativo.
El presidente del Senado, el huilense Ernesto Macías que forma parte del partido Centro Democrático, dijo que es un defensor del salario de los congresistas y que no se debe bajar su millonario sueldo, porque según él, no les alcanza para cubrir sus gastos. Sin embargo, millones de colombianos sobrevive con un salario mínimo e inclusive con menos.
A la fecha, mientras un congresista con el aumento de salario decretado en 2018 recibe una suma de 31.331.821 millones de pesos y su salario se aumentó en aproximadamente un millón quinientos mil pesos con respecto al 2017, un trabajador recibe un salario mínimo de $781.242. Esto implica que tan solo el incremento de $1.517546 del salario de un congresista equivale al doble de la totalidad del salario mínimo en 2017 y al 87% del ingreso de un hogar de 4 personas.
Comparando el precio promedio de la canasta familiar que según el Dane puede llegar a costar $1.300.000, incluyendo vivienda, educación y demás gastos, para las familias colombianas resulta muy difícil o casi imposible sustentarse mensualmente con un salario mínimo o menos, mientras que un congresista sustentará su hogar tranquilamente, debido a la cantidad que gana mensualmente, eso sin contar con los posibles contratos y <<tajadas>> que lo benefician, y que hacen parte del clientelismo que debemos derrotar en las urnas este domingo 26 de Agosto.
Mientras que en Uruguay un congresista gana mensualmente 15.733.955 de pesos y en Bolivia 7.370.652 de pesos, en Colombia su sueldo aumenta cada año a voluntad del mismo Congreso, al punto de que hoy asciende a 31.331.823 pesos. Por ello este punto de la consulta deja claro que el tope máximo que puede ganar un alto funcionario público debe ser 25 SMMLV, es decir aproximadamente 22 millones de pesos, más que suficientes para sostener su hogar y costear sus actividades políticas.
El punto 1 de la Consulta Anticorrupción, debe ser visto luego de analizar y contrastar estas cifras, como una propuesta equitativa, pues como afirma una de las impulsoras de esta iniciativa, la senadora, Angélica Lozano, <<…es absurdo que, en un país tan desigual como el nuestro, los parlamentarios tengamos un salario de 40 SMMLV. Hoy ganamos más nosotros que un congresista Alemán o Holandés, en un país en el que la gente vive con menos de un mínimo. Eso nos desconecta de la realidad>>.
Además de bajarle el salario a los congresistas, de ser aprobado en la consulta este punto, se verificará la disminución del salario de 395 funcionarios de la cúpula estatal, entre quienes figuran magistrados de las altas cortes, Contralor General, entre otros.
Esta consulta tiene como objetivo promover dos principios que son: la participación ciudadana y la transparencia en el proceso presupuestal, por lo que el punto 1, recoge la inconformidad popular que todos comentan en la calle, acerca de los exagerados salarios de quienes recibieron el encargo de los electores de representar y velar por los recursos públicos, pero en vez de hacer lo que deberían, crean carteles y redes de corrupción para satisfacer su ambición de dinero y poder; sin tener ética y respeto por el erario público y por la población que los eligió.
Por otro lado, debemos recordar que durante las elecciones presidenciales, congresistas del Centro Democrático y de otros partidos de la coalición de gobierno, se comprometieron a apoyar la consulta anticorrupción, pero ahora faltando pocos días para la misma, el supuesto apoyo fue retirado y sus líderes se han empeñado en sembrar dudas entre los colombianos sobre la conveniencia de la consulta, a menudo divulgando falsas informaciones sobre sus motivaciones y alcances.
¿Por qué le temen tanto a que se apliquen medidas que corrijan el mayor cáncer que está carcomiendo el país?
Los políticos colombianos deben resignificar su visión acerca de la función de la política en nuestra sociedad, lo que implica dejar de lado su mirada economista, lucrativa y de ambición personal, y verla como el medio más importante para impactar positivamente en sus coterráneos, es decir ver la política como la mejor herramienta de servicio, por medio de la cual administran unos recursos públicos y benefician con sus proyectos de ley a todos, sin distinción alguna, teniendo en cuenta la voluntad de quienes depositaron su confianza en ellos para que cumplieran esta función, tan seria e importante.
Este punto número 1, es un mandato a favor de la equidad, del cual nos beneficiamos todos los colombianos, pues no solamente habrá más recursos para invertir en ámbitos como la educación y la cultura que tanto los necesitan, sino porque al determinar legalmente que los congresistas tengan un tope salarial que no exceda los 25 SMMLV, si estos decidieron aumentar su sueldo vía congreso, deberían previamente aumentar el salario mínimo para todos los colombianos.
Así que no comamos cuento, sino que revisemos cifras, contrastemos, analicemos el contexto tan desigual en el que vivimos y votemos por bajarle el salario a los altos funcionarios del Estado, que viven su vida sin angustias económicas, ignorando (la mayoría de ellos) la difícil situación económica-social que pasa una familia que vive con un salario mínimo e incluso menos, y que aun así lucha día a día por un mejor bienestar y una vida plena y digna.