Mediante comunicado público del 7 de mayo de 2020, la Mesa Amplia de Profesores de la Universidad Surcolombiana señaló que es la hora de que la comunidad elija el gobierno universitario en forma directa, sin ternas ni manipulaciones politiqueras.

El clientelismo en la Usco tocó fondo. Llegó la hora de que la comunidad elija el gobierno universitario en forma directa, sin ternas ni manipulaciones politiqueras. Comunicado de la Mesa Amplia de Profesores de la Usco, 7 de mayo de 2020.

La revelación en medios de comunicación y redes sociales de varios audios suministrados en forma anónima, en los que se escuchan las voces de los que aparentemente son dos integrantes del Consejo Superior Universitario de la Usco y una ex rectora que aspira nuevamente a ser elegida en el cargo, participando en  una truculenta conversación en la que urden planes para garantizar el triunfo de su candidata en la consulta estamentaria prevista para elegir rector en propiedad, y proyectan acciones de intimidación y castigo para un grupo de docentes ocasionales y de planta de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas que no se han sometido a las órdenes y los caprichos de los confabulados, se constituye en un documento clave que pone al descubierto las tramas y maniobras de corrupción y clientelismo que han primado en la escogencia de la terna por parte de la mayoría de los miembros del actual Consejo Superior Universitario. Los hechos vergonzosos que se han hecho públicos  con estos audios, han despertado una justificada indignación de la comunidad universitaria y de la sociedad regional, y han dado lugar a pronunciamientos de varios ex rectores de la Usco, de una nutrida asamblea de alumnos y docentes de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, un comunicado de profesores del programa de Derecho y otro de profesores del Departamento de Psicopedagogía y la Licenciatura en Ciencias Sociales y Humanas, a los cuales queremos unirnos como Mesa Amplia de Profesores de la Universidad Surcolombiana mediante este comunicado público. 

Antes de recapitular las exigencias y banderas que en esta coyuntura levantamos profesores y estudiantes, conviene examinar los procesos de clientelización  y autoritarismo que se fueron entronizando en nuestra casa de estudios durante las dos últimas décadas, y que se han exacerbado al menos desde el año 2015 hasta adquirir ribetes de tragicomedia o de novelón de intrigas. Solo esa visión de mediano y largo plazo puede ayudarnos a comprender las lógicas subyacentes a las prácticas recurrentes de clientelismo y antidemocracia que se han hecho notorias mediante los escandalosos audios, como si fueran la punta de un iceberg que se yergue como una formidable amenaza para el presente y el futuro de nuestra universidad.

¿Cuándo y por qué la Usco perdió el rumbo?

El sistema clientelista que reproduce la corrupción es uno de los pilares que sostienen el actual régimen político.  Se creía que la corrupción y el clientelismo afectaban a las diferentes entidades del Estado central, Gobernaciones, Alcaldías, etc., y no a las universidades públicas cuya misión es la creación de conocimientos, la formación de profesionales e investigadores y el estímulo del pensamiento crítico frente a los problemas de injusticia social, la ética cívica y la construcción de un proyecto de humanidad para salir de la crisis civilizatoria. 

Sin embargo, tan pronto los grupos políticos clientelistas de orden regional y nacional se percataron de que las universidades públicas administraban presupuestos significativos y posibilidades de contratación de personal de servicios, las declararon objetivos estratégicos de su acción para conseguir el control de los órganos y cargos directivos de estas instituciones. 

En algunas regiones del país, inclusive hubo alianzas entre grupos políticos clientelistas y jefes paramilitares, los cuales se tomaron varias universidades públicas y perpetraron el asesinato de profesores y líderes estudiantiles. El objetivo de tales grupos era capturar las rentas públicas de las universidades para ponerlas al servicio de sus fines electoreros, alimentar a sus clientelas y drenar partes crecientes del presupuesto para los bolsillos de sus jefes y lugartenientes. 

Pero el propósito solapado de la clase política clientelista de penetrar las universidades públicas necesitaba conseguir aliados al interior de las instituciones de educación superior, e infortunadamente los encontró entre algunos docentes, egresados y estudiantes, los cuales se aprovecharon de las debilidades y vacíos del movimiento universitario que defiende la autonomía y la democracia en nuestras instituciones. En particular, algunos profesores se convirtieron en correas de transmisión de los directorios políticos regionales, a cambio de beneficios personales y del usufructo de cuotas de poder. Desde luego, hemos tenido también casos de administraciones y directivos universitarios que han hecho esfuerzos por blindar a la Universidad de los tentáculos del clientelismo, y hay numerosos docentes que adelantan su labor con independencia de criterio, honradez y sentido de la responsabilidad social.

Además de la corrupción,  que se materializa en la captura y apropiación privada de recursos públicos vitales para garantizar el derecho a la educación y aminorar las desigualdades sociales, las universidades públicas colombianas también enfrentan desde los años ochenta y noventa del siglo veinte una embestida del modelo de globalización neoliberal, la cual ha venido debilitando la financiación estatal  de las mismas, lo que ha llevado al aumento gradual de los costos en las matrículas, a la penetración de las lógicas del mercado y del llamado capitalismo cognitivo, y a sistemáticas campañas orientadas a menguar el pensamiento crítico de los universitarios, colocándolos a disposición de las consignas que orienten las élites económicas y políticas de la región y del país. 

Ese es uno de los enormes desafíos que tenemos como comunidad educativa. ¿Cómo vamos a proteger y a cuidar uno de los bienes públicos mas importantes de la región surcolombiana, no solamente del clientelismo político, sino de los embates de esta globalización neoliberal que busca desmontar los bienes comunes y convertir todo en mercancía? 

Tenemos un norte: nuestro Proyecto Educativo Universitario (PEU), el cual representa una  apuesta ética, pedagógica y política muy profunda para salir de esta crisis civilizatoria.También hemos forjado un amplio acuerdo sobre la urgencia de conseguir una reforma participativa del Estatuto General de la Universidad, mediante un proceso de constituyente universitaria, que nos permita alcanzar la democratización del gobierno universitario y dar pasos resueltos hacia el cumplimiento eficaz de nuestra misión institucional. 

Propósitos comunes y unidad de acción de los estamentos universitarios

Nos unimos como Mesa Amplia de Profesores de la Usco al clamor de que los tres implicados en el escándalo de los audios renuncien a sus cargos directivos y aspiraciones de poder en la Universidad, y que se adelanten investigaciones de tipo disciplinario tanto al interior de la institución como por parte de los organismos de control. Cesar Julián Salas, después de haber sido declarado insubsistente en su cargo en el Ministerio de Transporte, presentó renuncia a la representación de los egresados en el Consejo Superior Universitario, aunque eludió hacer el reconocimiento de sus ilícitas actuaciones. Leonel Sanoni Charry Villalba, Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, está en mora de ofrecer su renuncia a ese cargo, tal y como lo exigió la Asamblea General de docentes y estudiantes de la Facultad y un colectivo de más de veinte docentes del programa de Derecho, mediante unc omunicado público en el que se declaran en desobediencia civil frente al Decano y el Jefe de Programa de Derecho, hasta que abandonen sus cargos. El Consejo Académico debe quitarle todo respaldo a Sanoni Charry como vocero principal de este organismo ante el Consejo Superior. 

Le exigimos a la profesora Nidia Guzmán la inmediata renuncia a la terna y a su aspiración a la Rectoría de la Universidad, por su comprobada violación de la ética como funcionaria pública y ciudadana. 

La terna elegida por el Consejo Superior Universitario mediante resolución 003 del 6 de febrero de 2020, quedó herida de muerte y carente de cualquier legitimidad, al comprobarse el contubernio establecido entre la profesora Nidia Guzmán y los consejeros Sanoni y Salas para alcanzar su inclusión en la terna y el triunfo en la consulta estamentaria. Por lo tanto, todo el proceso de selección de esa terna está viciado y debe ser oportunamente anulado por el Consejo Superior. A los ternados Nelson Gutiérrez y Luis Alberto Tamayo, les solicitamos respetuosamente que presenten renuncia voluntaria a la terna, para que de este modo se pueda superar la actual crisis institucional y se proceda a una reforma urgente del Estatuto General y el Estatuto Electoral que suprima el mecanismo de la terna y habilite la elección democrática de Rector por parte de la comunidad académica, luego de establecer claros y rigurosos requisitos de inscripción de los aspirantes. 

Al Consejo Superior Universitario y a los delegados del Gobierno en este organismo, les reclamamos un claro pronunciamiento sobre la participación de los consejeros Salas y Sanoni en los hechos bochornosos denunciados y que propicien de modo activo las investigaciones disciplinarias correspondientes. 

La grave crisis de legitimidad y credibilidad que profundiza el escándalo de los audios, debe ser también una oportunidad para dar pasos resueltos en la reforma del Estatuto General, y particularmente del sistema de elección de Rector y Decanos, suprimiendo el desprestigiado mecanismo de la terna y dando lugar a la elección directa de los directivos por parte de la comunidad universitaria, a partir del  establecimiento de unos requisitos elevados para la inscripción de los aspirantes a estos cargos y unas reglas claras que imposibiliten las prácticas de proselitismo politiquero y de clientelismo en la Universidad.

La creación en el nuevo Estatuto General de una Asamblea Universitaria de carácter permanente, conformada por delegados elegidos democráticamente por profesores, estudiantes y egresados, y con competencias claramente definidas, tales como la discusión y aprobación de la reforma de los estatutos que rigen la vida institucional y del plan de desarrollo institucional, es uno de los derroteros hacia los cuales debemos marchar. Este conjunto de reformas de la normatividad interna, conseguidas mediante mecanismos amplios de participación y decisión de profesores, estudiantes y egresados, constituyen la esencia del proceso de Constituyente Universitaria con el cual estamos comprometidos. 

Expresamos nuestra disposición como Mesa Amplia de Profesores para sostener intercambios y acordar propósitos comunes con Aspu Sinprousco, con el Consejo Superior Estudiantil y los diversos colectivos juveniles, con los Promotores del Voto en Blanco, a fin sentar las bases y criterios para la unidad de acción de estudiantes, profesores y egresados en la compleja coyuntura que atravesamos. La unidad del movimiento universitario es uno de los requisitos indispensables para conseguir nuestros propósitos. 

Mesa Amplia de Profesores de la Universidad Surcolombiana

Neiva, 7 de Mayo de 2020