La gestión municipal ha enfrentado serios desafíos que han llevado a la descategorización de la ciudad, trayendo consigo importantes consecuencias económicas y sociales. Este artículo reflexiona sobre el impacto en el bolsillo del municipio, producto de las decisiones inadecuadas en la administración pública del exalcalde Gorky Muñoz, y las repercusiones que esto trae para el futuro de la capital opita.
Por: Santiago Becerra
El presente artículo es el tercero de una serie en la que se analiza la gestión del exalcalde Gorky Muñoz y sus repercusiones en la categorización del municipio; en la misma dirección, se advierte cómo, presuntamente, utilizó su poder en la administración municipal para beneficiarse a sí mismo y a su círculo cercano.
En el primer artículo, titulado ‘Salarios amañados: Aumentos de más del 19% en los sueldos de los funcionarios de la Alcaldía de Neiva’, se abordó cómo se «englobaron» los gastos de representación en el salario mensual de los empleados territoriales, lo que resultó en un aumento superior al 20%. En el segundo artículo, titulado ‘Gastos sin control en la administración de Gorky Muñoz: ¿modernización o despilfarro?’ se analizó la ampliación de la planta de personal, lo que incrementó los gastos de funcionamiento de la ciudad. Como resultado, Neiva pasó a ser de segunda categoría, lo que trajo consigo consecuencias significativas, como la reducción en la inversión.
Es importante resaltar que entre las consecuencias, resultados y efectos que se producen cuando un gobierno local es administrado de manera incorrecta, sin planeación ni proyección adecuada, se destacan la pérdida de categoría para el municipio, a causa del aumento en gastos de funcionamiento, y el déficit que hoy aqueja a Neiva por 89 mil millones de pesos.
Neiva pierde su categoría
En 2023, la Alcaldía de Neiva, bajo la dirección de Gorky Muñoz, superó el porcentaje del 65% establecido por la Ley 617 de 2000 en gastos de burocracia y funcionamiento, alcanzando el 67,17%, es decir, 2,17 puntos por encima del límite permitido. Como resultado, el municipio pasó de primera a segunda categoría.
Para analizar las implicaciones de esta pérdida de categoría, Oscar Cortés Chala, economista y contador público, especialista en gestión financiera, estadística aplicada y mercado de capitales, además de magíster en gerencia financiera y tributaria, le ofreció a Suregión el siguiente panorama:
Cortés señala que una de las primeras consecuencias tiene lugar en términos salariales. Señala que se reducirá la contratación y el pago de honorarios a funcionarios públicos, «ahora, los profesionales que podrá contratar la Alcaldía estarán menos capacitados, ya que no habrá recursos para atraer profesionales con una buena formación académica», afirmó. Además, se refirió a la reducción de la autonomía financiera, lo que restringe la capacidad de la ciudad para gestionar sus propios recursos. Asimismo, perder la categoría implica una disminución en la inversión pública.
Para profundizar en las consecuencias, puede escuchar la entrevista con Oscar Cortés.
Frente a esta situación, Jaime Ramírez, secretario de Hacienda en la Administración Municipal del señor Gorky Muñoz, indicó que él cumplió su labor y su rol como secretario, ya que garantizó los ingresos para Neiva, con un recaudo de 179 mil millones de pesos de ingresos corrientes. “Los ingresos corrientes son uno de los dos criterios que se utilizan para categorizar, y nosotros cumplimos la meta, en lo que hace referencia a los ingresos corrientes”, expresó el señor Ramírez en entrevista.
De igual forma, manifestó que la responsabilidad de la descategorización recae en la Secretaría General, ya que esta cumple la función de ser la ordenadora del gasto y fue la responsable de que la Alcaldía desbordara sus gastos de funcionamiento. Para el exsecretario, el factor que influyó en el déficit económico fueron los gastos de funcionamiento, “como la Secretaría General autorizaba los contratos de prestación de servicios, se desbordaron. El municipio no tenía capacidad para más de 1.500 contratistas y se metieron 2.600”.
No obstante, como ordenador del gasto municipal, el secretario de hacienda juega un importante papel aquí ya que es jefe de cartera, por lo tanto, su trabajo también recae en que los gastos no superen los ingresos, a lo que él respondió: “cuando los ingresos no se comportan bien hay que reducir el gasto ¿y quien reduce el gasto? Nosotros hicimos las alertas tempranas en agosto y septiembre de que no se contratara más gente”. Y finalizó su intervención indicando que la Administración se desbordó en cerca de 6 mil millones de pesos en el gasto de funcionamiento.
La planificación y proyección para un municipio
La planificación y proyección son pilares fundamentales para el desarrollo de una ciudad en Colombia. Estos procesos permiten una gestión eficiente de los recursos, la implementación de políticas públicas alineadas con las necesidades sociales y económicas de la población, y la anticipación de futuros desafíos. Sin una estrategia clara, los territorios corren el riesgo de enfrentar crisis de gestión.
Oscar Cortés señaló en la entrevista que «la importancia de la planificación fiscal para Neiva radica, primero, en el control del endeudamiento y su cumplimiento. Según la Ley 617 de 2000, una planificación adecuada permite a los municipios gestionar mejor sus ingresos y gastos, evitando caer en situaciones de endeudamiento excesivo o en el incumplimiento de los límites de gasto de funcionamiento, como ocurrió en la administración pasada».
Una planificación y proyección acertadas traen importantes beneficios para la ciudadanía, como una inversión eficiente de los recursos públicos, promoviendo el crecimiento de la ciudad y el desarrollo económico y social de la región.
Para profundizar en la importancia de la planificación y proyección de un municipio, puede escuchar la entrevista con Oscar Cortés.
Oscar Cortés también propuso algunas medidas que el actual gobierno local puede implementar para mitigar estas consecuencias y garantizar la estabilidad financiera del municipio.
Consecuencias sociales y políticas
Las malas decisiones en la gestión e inversión para Neiva han generado consecuencias sociales y políticas que afectan a la capital huilense. Para abordar esta situación, consultamos a la concejala Lourdes Mateus, quien reflexionó sobre el panorama social y político actual de la ciudad.
La concejala subrayó el impacto en la confianza de la ciudadanía tras la administración de Gorky Muñoz: «aunque la ciudad se recupere financieramente, el daño en la confianza hacia la administración pública es casi irreparable, o pasarán muchas generaciones antes de que se recupere. Si seguimos en el mismo círculo, será prácticamente imposible restaurarla».
Otro aspecto relevante que mencionó fue el aumento de personal durante el periodo 2020-2023, lo que convirtió a la Alcaldía de Neiva en una fuente importante de empleo: “esta es una ciudad que no produce empleo por sí sola. No produce o produce muy pocas materias primas. Es una ciudad que no emplea, y la única opción de empleo que tiene la gente es a través de las figuras del Estado”. A esta afirmación agregó “entonces por eso tú ves que la gente puede comenzar a justificar cosas injustificables con tal de sostener su empleo. Tú lo veías en la administración anterior. A pesar de que era evidente lo que estaban haciendo con la ciudad, aun así, los mismos funcionarios de la Alcaldía sostenían discursivamente y políticamente una administración que era obvio que le estaba haciendo daño a la ciudad”.
Lourdes Mateus también habló sobre el papel de las autoridades de control frente a las acciones y decisiones de Gorky Muñoz, así como los desafíos que enfrenta la nueva administración encabezada por Germán Casagua Bonilla.
Para finalizar, la administración de Gorky Muñoz dejó a Neiva en una situación crítica, marcada por la descategorización de la ciudad y serias implicaciones financieras y sociales. La incapacidad para mantener los gastos dentro de los límites establecidos por la Ley 617 de 2000 y el desbordamiento de la burocracia generaron un déficit significativo que afecta la capacidad de la ciudad para atraer talento capacitado, realizar inversiones públicas y mantener su autonomía financiera. Las consecuencias no solo son económicas, sino también políticas, con una confianza ciudadana gravemente deteriorada hacia las instituciones locales.
La nueva administración, liderada por Germán Casagua Bonilla, enfrenta el desafío monumental de reparar este daño, no solo en términos de números y presupuestos, sino también en la percepción pública. Para recuperar la estabilidad financiera, será crucial implementar una gestión más eficiente, con una planificación a largo plazo que permita optimizar los recursos y evitar nuevas crisis. Asimismo, restaurar la confianza de la ciudadanía requerirá un enfoque transparente y responsable en la toma de decisiones. El futuro de Neiva dependerá de la capacidad de sus líderes para aprender de los errores del pasado y trazar un camino hacia la recuperación, con el objetivo de devolverle a la capital huilense su dignidad y proyección como una ciudad en crecimiento.