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Día del Idioma Español: un homenaje a la diversidad lingüística y cultural

El 23 de abril el mundo entero celebró el Día del Idioma Español, una ocasión especial para honrar la riqueza lingüística y cultural que este idioma, nuestro hogar, nos ofrece.

Por: Carolina Díaz, periodista de Suregión

Según en el informe anual del Instituto Cervantes, son casi 600 millones de hispanohablantes, esto representa aproximadamente el 7,5% de la población mundial, posicionando el español como uno de los idiomas más hablados e importantes del planeta.

En el año 2010, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estableció el 23 de abril como el “Día de la Lengua Española” para celebrar la diversidad y el multilingüismo.

Sin embargo, en Colombia la fecha se estableció mucho antes por el presidente de ese año, Alfonso López Pumarejo, mediante el Decreto 707 de 23 de abril de 1938.

“D. 707/1938, Art. 1: Señálese el 23 de abril de cada año para celebrar el Día del Idioma, como homenaje al insigne don Miguel de Cervantes Saavedra”.



Representación de Miguel de Cervantes Saavedra. Imagen tomada de la página web Literatura y Música

Aunque realmente el escritor español falleció el 22 de abril de 1616, se decretó su fecha de entierro, el 23 de abril, como el día de su muerte por costumbres de la época.

Centros literarios colegiales, concursos de cuentos, publicaciones en medios de comunicación y redes sociales, niños declamando poemas en salones de clase, constituyen diversas formas en las que el mundo hispanohablante celebró su idioma, el español. A propósito de dichas celebraciones, y con el ánimo de reflexionar sobre las profundas implicaciones que tiene nuestro idioma en la formación de nuestra condición humana, Suregión habló con profesores del Programa de Comunicación Social y Periodismo y de la Licenciatura de Lengua Castellana.

Primero hablamos sobre el por qué es importante reflexionar en torno a la importancia del español. El profesor Olmedo, del Programa de Comunicación Social y Periodismo, nos comentó que es valioso hacer esa reflexión primeramente porque es nuestro idioma, nuestro «hogar». También nos dice que, al ser el español una construcción social, es importante evaluar la manera en la que nos estamos comunicando y pensar en cómo ha afectado ese posicionamiento tan marcado de las nuevas tecnologías que han desplazado maneras de expresión en el lenguaje.

De igual manera, nos habló de lo importante que es tener obras como El Quijote de Cervantes o La Vorágine de José Eustasio Rivera para usarlas de punto de referencia y así saber qué ha pasado con nuestro idioma y cómo ha evolucionado con el pasar del tiempo.

“Con los demás seres vivos nos diferenciamos porque tenemos una lengua, porque el pensamiento lo proyectamos en el lenguaje. Nos narramos y narramos las intersubjetividades gracias a que tenemos un lenguaje”

Olmedo Polanco, docente del Programa de Comunicación Social y Periodismo.
Estatuas de don Quijote y Sancho Panza en la Plaza España de Madrid
Portada de La Vorágine de José Eustasio Rivera. Imagen tomada de Editorial Verbum

En este mismo tema, la profesora Ruby Morales, también del Programa de Comunicación Social y Periodismo, nos dice que es importante reflexionar sobre nuestro idioma ya que cuenta con una gran diversidad, destacando que una palabra puede contar con distintos significados; en ese sentido, considera que es importante reconocer la esencia y el contenido que nos brinda el español.

Por otro lado, decidimos abordar el cómo puede el idioma evolucionar y así mismo enriquecerse con el paso del tiempo. En este punto la profesora Ruby destaca la lectura como el primer referente que enriquece el idioma, siendo así, la lectura, una parte importante del ejercicio de entender el contexto, las situaciones, las palabras y el español como tal.

“Pienso que el que no lee, difícilmente habla (…)”

Ruby Morales, docente del Programa de Comunicación Social y Periodismo

Por otra parte, el profesor Olmedo nos comenta que en este punto el idioma evoluciona por los nuevos retos que imponen las nuevas tecnologías. Destacando que en muchas ocasiones estas tecnologías significan un retraso para el idioma por el cómo afectan su estructura narrativa.

Para cerrar, hablamos de la importancia del español en el patrimonio de nuestra identidad. El profesor Olmedo nos dice que lo fundamental del idioma en ese ámbito radica en nuestro origen y crecimiento en un entorno que hablaba español. Así, este idioma es nuestro medio para expresarnos, pensar, relacionarnos y entender el mundo.

En relación con lo anterior, la profe Ruby destaca también que el español es la manera por la cual nos identificamos, tejiendo así una gran importancia con el entorno que nos rodea y el como lo interpretamos, a pesar de que en ocasiones signifique eso una degeneración del idioma con el pasar del tiempo.

“Si bien las generaciones actuales, y las que vienen, son muy digitales, espero que no pierdan el hábito de la lectura, al menos desde lo digital; que lo importante es aprender a escribir, aprender a hablar, aprender a conocer, a contextualizar; para proponer”.

Ruby Morales, docente del Programa de Comunicación Social y Periodismo

Así que celebremos la belleza y la diversidad de este idioma que nos une y que se manifiesta en una amplia gama que alberga dialectos y acentos de nuestro país como el Costeño, el Rolo, el Paisa, el Pastuso y, como no, el huilense, teniendo cada uno de ellos su propia historia y color, recordando siempre que, a través de las palabras, podemos construir puentes hacia un mundo más inclusivo y comprensivo.

Para cerrar este importante tema, la profesora Yolanda, de la Licenciatura de Lengua Castellana, nos regala un texto que nos invita a celebrar el español y conservar su amplia riqueza:


Lengua materna o el prodigio de ser lo que somos y aspiramos ser o ni siquiera sabemos

Una lengua nos permite apropiarnos del mundo y ser parte de él. Desde el ABC, pasando por la teoría de la relatividad, las partículas subatómicas, las mal llamadas IA, hasta ese deseo desaforado por comunicar en redes sociales…

Todo pasa por esa lengua que nos da existencia: los objetos, los fenómenos simples o complejos, los hechos y sus modos de interpretación. Una lengua tiene la prodigiosa virtud de nombramiento, de permitirnos elaborar ideas, decir lo que experimentan nuestras emociones allí revoloteando entre los sentidos, la mente y el cuerpo. Al decir una lengua deja ver, hace eco, enuncia realidades que antes no nos eran reveladas. Y de esto modo, sería amplia la reflexión sobre la lengua; ésta u otra, pero en este caso es la nuestra y al serlo tenemos un prodigo para construirnos como sujetos y como habitantes de esta casa común llamada Tierra.

 Como toda lengua, la castellana es testigo de la historia en la medida en que se va construyendo dinámicamente a la luz de los hechos que acaecen. También lleva en sus líneas el recuento de otras formas de nombrar en el pasado y su metamorfosis a ideas renovadas. Esa lengua como testimonio lleva algo de árabe, de indígena, de España y de otras culturas y tierras. Nuestras palabras, como nosotros, son mestizas, hermosas, trágicas e identitarias. Esto último porque nos construimos a la par del continente que habitamos.

La lengua es testigo de la historia en la medida en que, al surgir una nueva realidad, la configura o la re-configura desde las palabras existentes que ha usado. Algo como eso sucedió en pandemia.

No obstante, la lengua será testigo de la historia de modo más integral si muchas más voces hablan de la realidad desde diferentes perspectivas y no sólo desde la voz del poder, de la moda o del acomodo.

Quienes tienen mayor capacidad para decir, son, en principio, los llamados a hacer de la lengua ese registro de todas las memorias necesarias para el futuro.

Yolanda Díaz Rosero o sencillamente Kalani

Andrea Carolina Díaz

Estudiante del Programa de Comunicación Social y Periodismo

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